Las agencias de innovación se definen por características que potencian diferentes aspectos de la innovación. En algunos países, se ha optado por una agencia integrada o dominante que abarca desde la ciencia básica hasta la innovación. Por otro lado, existen modelos duales en los que agencias especializadas independientes se centran en la ciencia y el capital humano avanzado, mientras otras se enfocan en la innovación y el espíritu empresarial.

Cada agencia tiene su propia estructura interna, procesos y capacidades, así como una misión, estructura y enfoque propensos a evolucionar en el tiempo. Además, la participación del sector privado y los mecanismos de coordinación entre entidades gubernamentales pueden variar junto con el desarrollo económico y social, influyendo directamente en el desempeño de estas agencias.

A su vez, la operación en cada una es distinta y enfrenta desafíos particulares. Mientras algunas agencias están bien establecidas y en constante búsqueda de crecimiento, otras enfrentan inestabilidad y limitaciones en su capacidad para impulsar la innovación. Al comprender estos modos de operación, podemos identificar áreas de mejora y trabajar hacia el fortalecimiento de las agencias de innovación en la región.

1. Modo establecido: es donde existe un alto grado de alineación en cuanto a la definición de la innovación y su papel para impulsarla. Estas agencias están comprometidas en desarrollar continuamente sus habilidades y promover una cultura de aprendizaje.

2. Modo inestable: donde las agencias experimentan una gran volatilidad en el ecosistema de innovación y su papel y funciones pueden verse afectados por los cambios frecuentes en la política y en los gobiernos. Es menos probable que estas agencias tengan una cultura de aprendizaje sólida o utilicen evidencia para respaldar sus decisiones. Además, pueden tener conexiones limitadas con otros actores relevantes, dificultando su capacidad para generar impacto significativo.

3. Modo transformador: estas agencias tienen recursos, influencia y las habilidades necesarias para desarrollar sus actividades y lograr cambios significativos en el ecosistema de innovación. Aunque pueden tener divergencias en la definición de innovación, tienen la capacidad de liderar el cambio y establecer una visión clara. Su enfoque se basa en la transformación y mejora continua del ecosistema de innovación, promoviendo colaboraciones sólidas y aprovechando al máximo los recursos disponibles.

Para el futuro exitoso de las agencias de innovación en la región, importan no solo sus características y operación, sino también su adaptación al ecosistema de innovación. Desde la creación de un ecosistema armonizado hasta la promoción de la autonomía y la influencia, cada aspecto juega un papel fundamental en el éxito de la agencia y desempeña un papel vital en el impulso del crecimiento económico y la prosperidad a través de la innovación.

1. Ecosistema armonizado: Un ecosistema de innovación armonizado implica un acuerdo común sobre los objetivos de la política de innovación. Tanto en sistemas distribuidos como consolidados, es fundamental que las agencias de innovación entiendan los resultados que se pretenden alcanzar colectivamente y el papel individual para lograrlos. Para ello es necesaria la participación de todos los actores relevantes en el proceso de diseño, ejecución, monitoreo y evaluación de políticas de innovación.

2. Salvaguardias institucionales: La independencia de una agencia de innovación en términos de su gobierno y modelo financiero es vital para permitirle perseguir una estrategia estable y sostenible. Algunas agencias mantienen una estrecha relación institucional con sus financiadores, mientras que otras han cultivado una mayor independencia en su financiamiento y gobernanza. Esta autonomía influirá en la capacidad de la agencia para desarrollar e implementar programas a largo plazo, así como en su grado de vulnerabilidad a los cambios políticos.

3. Autonomía e influencia: El grado de autonomía de una agencia de innovación es crucial para influir en las políticas de innovación y determinar su propia estrategia, por lo que las agencias con mayor autonomía tienden a ser más resilientes y efectivas en su labor. Por otro lado, algunas agencias tienen limitaciones en su capacidad para dar forma al sistema de innovación y las prioridades políticas.

4. Cultura de aprendizaje: esta cultura se basa en sistemas y procesos que facilitan el aprendizaje continuo y permiten comprender el impacto de las actividades realizadas por la agencia. Algunas se han convertido en aprendices continuos, incorporando evaluaciones de programas y desarrollando su propia evolución organizativa. Otras agencias, en cambio carecen de los recursos y habilidades necesarios para llevar a cabo un aprendizaje estructurado, por lo que es esencial asignar los recursos adecuados y establecer procesos de evaluación para mejorar la efectividad de la agencia.

5. Habilidades y talento: La disponibilidad de habilidades y experiencia relevantes es un factor que puede delimitar el éxito de una agencia de innovación. Muchas de ellas invierten en la adquisición de talento, reconociendo la competencia del mercado y ofreciendo beneficios atractivos para atraer personal que, de lo contrario, optaría por el sector privado. Sin embargo, también es importante abordar las brechas de habilidades que pueden existir en áreas específicas como inteligencia artificial, nuevas fuentes de energía, cambio climático, equidad de género, transformación digital, etc., a través de capacitaciones al equipo o la contratación de consultores externos que retroalimenten los conocimientos internos, más aún si se tiene en cuenta un ámbito donde la velocidad de los cambios tecnológicos se están desarrollando en un escenario global, dominado por la transformación digital. En este escenario, surge la dificultad de atraer y retener personas cualificadas en el sector público a lo largo del tiempo demostrando que la gestión efectiva del talento humano en este sector puede resultar en fortalecer la innovación en el ecosistema.

6. Redes y alcance: Las relaciones y colaboraciones a nivel nacional e internacional son fundamentales para identificar oportunidades de transferencia de conocimiento, escalamiento e inversión para las empresas innovadoras. Algunas agencias son activas en la construcción de estas redes, mientras que otras pueden carecer de una presencia sólida en el ecosistema, lo que limita su capacidad de influir en el sistema de innovación y detectar oportunidades de asociación.

La pandemia demostró que países con capacidades tecnológicas e institucionales lograron tener una mejor recuperación, revelando la necesidad de fortalecer la actuación integrada del sistema de ciencia, tecnología e innovación (CTI) en áreas estratégicas en los países. Los gastos fiscales extraordinarios requeridos para atender la urgencia de la pandemia pusieron presión adicional en los presupuestos de agencias y ministerios de innovación, lo que a su vez ha profundizado las heterogeneidades de las agencias y sus capacidades de aglutinar y accionar sus ecosistemas de innovación de modo eficiente.

Es entonces fundamental desarrollar las capacidades de las agencias para que puedan enfrentar los desafíos del futuro – que ya están llegando. Un ejemplo es la necesidad de medidas basadas en CTI que contribuyan a enfrentar los desafíos del cambio climático en la región y cumplir los objetivos del Acuerdo de París. La cooperación internacional y las inversiones en CTI pueden dar forma a un nuevo enfoque ambientalmente sostenible e inclusivo para el crecimiento económico, acompañado de inversiones en activos complementarios que incluyen infraestructura sostenible y capital humano, natural y social, que ayudarán a lograr mayor productividad, competitividad, inclusión social y los ODS para 2030.

Si bien se han realizado esfuerzos para implementar tecnologías establecidas para la descarbonización industrial en la Región y el mundo, sigue existiendo una necesidad urgente de aumentar las inversiones públicas en investigación y desarrollo (I+D) para tecnologías en etapa inicial, esenciales para lograr la neutralidad de carbono para 2050. Las agencias del futuro – y desde hoy – tendrán un rol fundamental en eso.

Para conseguir el desarrollo y crecimiento de las agencias de innovación, es importante establecer estrategias y protocolos de recopilación de datos más sofisticados, lo cual permitirá obtener una visión clara del impacto de las acciones de las agencias y respaldar la toma de decisiones informadas. Además, capacitar al personal en métodos de evaluación de impacto y desarrollar procesos sistemáticos para utilizar los resultados de las evaluaciones, garantizará una mejora continua en los programas y políticas de innovación. Es necesario, a su vez, buscar la participación de actores independientes en la toma de decisiones, como representantes académicos, de la sociedad civil o del sector privado. Su aporte diverso en la junta directiva de la agencia o en la elaboración de estrategias enriquecerá el proceso y fomentará la innovación desde diferentes perspectivas. Además, aprovechar oportunidades para influir en la toma de decisiones gubernamentales y los procesos de establecimiento de presupuestos relacionados con el apoyo a la innovación fortalecerá el respaldo político y financiero necesario.

Enfrentar estos desafíos requerirá una visión estratégica, la colaboración entre diferentes actores, la inversión en capacidades y recursos y una adaptación continua a medida que evoluciona el panorama de la innovación, pero al hacerlo, las agencias de innovación podrán impulsar el progreso y contribuir al desarrollo sostenible y al bienestar de la sociedad.